Contra la despoblación, por el medio ambiente y por un trabajo digno
Desde hace décadas, tanto la provincia de Burgos como Castilla y León padecen una constante pérdida de población en el mundo rural a favor de los grandes núcleos poblacionales de dentro y fuera de la Comunidad. Esta circunstancia, unida a la elevada tasa de envejecimiento demográfico, constituye el fenómeno sangrante de la despoblación que ha supuesto la pérdida de 25.000 habitantes en Castilla y León en el año 2015 o el crecimiento en un 20% en Burgos, durante los últimos 5 años, del número de pueblos menores de 100 habitantes.
La despoblación no es una casualidad ni una situación irremediable, sino la consecuencia de un contexto económico y de unas políticas públicas que degradan la calidad de vida en nuestros pueblos. Su causa es la falta de empleo y de oportunidades sociales fuera de las ciudades, el desaprovechamiento de los recursos del entorno rural, la degradación de las infraestructuras de transportes y los recortes en los servicios públicos. Supone la pérdida y la reordenación involuntaria de la población en el territorio basándose en criterios no sostenibles social ni ecológicamente.
Desde Izquierda Unida de Burgos consideramos que la lucha contra la despoblación de la provincia y de su mundo rural debe de ser una prioridad política de primer orden. Para ello proponemos que desde las Administraciones Públicas pertinentes, como la Diputación Provincial, se pongan en marcha medidas de fijación de población que pasen por la creación de empleo digno ligado al ámbito medioambiental. Concretamente, es mucho lo que se puede hacer en materia de prevención de incendios forestales, en el aprovechamiento de los recursos de los montes y en el campo de la silvicultura.
Entendemos que este camino pasa, en primer lugar, por cambiar las lógicas de las políticas tradicionales de empleo, alentando la creación de trabajo desde lo público, entendiéndolo como un derecho y una fuente riqueza al servicio de la sociedad; en segundo lugar, por el reconocimiento y la mejora de las condiciones laborales de las cuadrillas de tierra y del resto de personal encargado de la prevención y extinción de los incendios forestales, con el objetivo de avanzar hacia la creación de un Cuerpo Autonómico de Bomberos que sustituya el actual sistema de contratas y subcontratas; y en tercero, la apuesta por las labores de restauración y rehabilitación forestal con una planificación a largo plazo y participativa, que tenga en cuenta las necesidades de empleo de las comunidades rurales, permitiendo una gestión abierta del territorio y del ecosistema del bosque atlántico.
No nos olvidamos de la lucha que el personal de las BRIF y Tragsa llevan años realizando contra la precarización de sus condiciones de trabajo y los recortes en su plantilla. Izquierda Unida Burgos apoya las reivindicaciones y movilizaciones de estos colectivos y recuerda que es deber de la Junta presionar al Ejecutivo central para que readmita a los trabajadores despedidos, tal y como se acordó de manera unánime por Proposición no de Ley de las Cortes de Castilla y León en febrero de 2016.