El candidato a la alcaldía de Izquierda Unida de Burgos, Raúl Salinero, desea salir al paso de las declaraciones proferidas ayer en la prensa por el nuevo presidente de la FAE en la que aboga por la supresión de los convenios colectivos.
Estas declaraciones muestran que poco o nada va a cambiar las propuestas marcadamente neoliberales cuya característica principal es el menoscabo de los derechos de los trabajadores desarrolladas hasta ahora por la Federación de Asociaciones Empresariales de Burgos, sea con Roberto Alonso o con Miguel Ángel Benavente al frente.
Para mi persona como para el conjunto de los que conformamos Izquierda Unida en Burgos la designación de Roberto Alonso como candidato de UPyD no hace sino confirmar la imperiosa necesidad de que las propuestas de la izquierda transformadora que realiza IU son en Burgos más necesarias que nunca. Los matices sociales a los que hace referencia Alonso en su presentación como candidato obvian intencionadamente que éste mientras ha estado al frente de la FAE ha defendido las mismas recetas económicas que han aplicado PP y PSOE a nivel nacional, regional, provincial y local y que nos han conducido a esta crisis y que por todos son ya conocidas; ladrillo, dinero rápido y mano de obra barata.
No me sorprende en absoluto ni tampoco al resto de IU que hasta ahora el partido más preocupado por la irrupción del ex-presidente de la FAE en el ruedo político sea el PP y más concretamente su candidato a la alcaldía de Burgos Javier Lacalle, pues es obvio que el partido de Lacalle teme perder parte de su influencia social en detrimento de la UPyD de Alonso, que compite directamente en el mismo espacio electoral que el Partido Popular y en menor medida también con el PSOE.
