Por qué República
Decir República no es simplemente echar a una dinastía o a un rey (muchas veces se marchan solos). República, que como sabréis viene de «res publica» (cosa pública en latín), es mucho más. Lo nuestro, lo común. Una raíz que creo que encaja como nunca en el acertado eslogan de Izquierda Unida «Todo el Poder para lo Público«.
Julio Anguita, al que echamos de menos con un gran cariño, ya nos enseñó una y mil veces la importancia no sólo de traer la Tercera República, sino también de la necesidad clave de unos valores republicanos que la cimenten y llenen de sentido. De nada servirá la Tercera si es burguesa y represiva, de nada servirá si no viene acompañada de una educación pública y laica, de nada servirá sin una concepción de lo público como lo de todos y todas. Deberá ser el Estado constituido desde una soberanía popular que lo legitime, la democratización del poder, y no desde ningún otro parámetro.
Las y los republicanos no somos la «Anti-España», al contrario. Somos República, nosotros y nosotras, precisamente porque somos pueblo. A aquellas personas que defienden a la monarquía como último garante de la unidad nacional hemos de mirarles a los ojos y decirles: qué débil debe ser tu idea de España si para que no se rompa te hace falta un Borbón para sujetarla. Tu modelo ya no sirve. No garantiza la unidad (recordad Cataluña), su paternalismo no sana a nadie (recordad el discurso durante el confinamiento), es patriarcal (no puede ser feminista un Estado en el que su jefatura se herede preferentemente por el varón) y… poco más podemos decir públicamente sobre ella visto el Código Penal vigente.
Es precisamente la respuesta republicana la única que puede acometer el paradigma territorial, político y social de nuestro país. Porque la República deberá ser lo que esta nación de naciones quiera. No hay República sin republicanos, ésta ha de nacer antes en nuestros corazones o fracasará.
Tal vez ahora haya llegado el momento histórico de contraponer a la limosna de la leche y la miel una muestra de dignidad republicana. Ahora es cuando los partidos, sindicatos y movimientos sociales de progreso debemos exhibir las virtudes republicanas con más fuerza.
Hoy, más que nunca, Salud y República»