Otro 11 de septiembre, hace 40 años.
Artículo del compañero Santos María Martínez.
Sucedió un día corriente, un 11 de septiembre quizá no tan cargado de reseñas históricas como el actual. Pero ese acontecimiento también estremeció al mundo, pues se daba la imagen de que la vía de llegar al socialismo por el camino de las urnas estaba cerrado. La trayectoria posterior también ha demostrado que la aplicación de cerrar esas vías de forma tan sanguinaria y expedita también quedaba cerrada, aunque para llegar a esta última demostración el pueblo chileno tuvo que superar muchos años de una cruel dictadura. Si bien la caída de Allende estaba anunciada varios meses antes por algunos observadores directos, a la población estudiantil de Europa de entonces –habíamos pasado el mayo 68- nos cayó por sorpresa ver con decepción el derrumbe de una experiencia ilusionante. El mismo Salvador Allende venía prediciendo un posible golpe de estado y el mismo día del derrumbamiento de su gobierno, después de mandar desalojar el Palacio de la Moneda, se armó él mismo de fusil y casco de combate.
Según Joan Garcés, asesor político personal de Allende, a los cinco días de que ganase las elecciones la Unión Popular, partido de Allende, el propio Nixon organiza una comisión para derrocar el régimen en la que participaban Secretarios de Estado y Directores de la propia CIA, así como militares y civiles chilenos –porque los Judas siempre son personas de la propia casa-. La primera insurrección militar surge a finales de octubre de 1970, el general Schneider opuso y defendió el estado constitucional, fue asesinado días después. Todo ello mucho ante de que se adoptasen medidas como la nacionalización de la Minería de Cobre aprobada por el Congreso (1971), del hierro, varias industrial, empresas textiles… con indemnizaciones. Al mismo tiempo prosiguió la reforma agraria iniciada por Frei y fomento el cooperativismo agrario. Era la marcha hacía “el socialismo de rostro humano”, como lo había calificado años antes Dubcek, otro perdedor del socialismo desde otro panorama distinto.
Se ha criticado mucho a Allende de ingenuidad, cambiar estructuras económicas sin cambiar la legalidad vigente previamente; es más, se esforzaba mantenerla, lo que le restaba disponer del poder del que podía disponer. Subió al gobierno por haber ganado las elecciones de 1970, pero aupado por la Democracia Cristiana que después le abandonó y luego encaró, incluso algunos se aliaron con los golpistas. No contó con la mayoría en el Parlamento, pero las elecciones municipales sucesivas ampliaron sus bases electorales. No obstante, encontró gran oposición tanto de la derecha como de la izquierda impaciente o intransigente, así su destrucción se produjo tanto desde interior como desde exterior. El golpe de estado aconteció ese 11 de septiembre, pero se efectuó contra toda la Humanidad: el éxito de aquel gobierno, de haberse alcanzado, hubiese servido de modelo a otros países, tanto de democracias occidentales como de gobiernos autocráticos de países del Este.
Burgos, 11 de septiembre de 2013
Fdo.: Santos María Martínez