Los versos libres de Marcos Ana. Inaguración de la exposición.
Ayer, 1 de abril, se inauguró la exposición «Marcos Ana con M de Memoria» del artista Javier Larrauri. Es la primera de las actividades que la Plataforma Badajoz 1937 Burgos tiene programadas para este mes de abril bajo el lema «Verdad, Justicia y Reparación», un reconocimiento a las víctimas del franquismo que fueron represaliadas por la defensa de la libertad y la democracia en nuestra país tras el golpe de estado perpetrado por los militares golpistas bajo el beneplácito de la oligarquía española y el clero.
Como ya explicábamos en otra entrada, esta Plataforma nace como contraposición a la actividad que se lanzó desde la Fundación Yagüe de hacer una exposición de exaltación de tan cruel personaje, responsable de una de las mayores matanzas de la Guerra Civil, la de Badajoz. Frente a los verdugos, las víctimas, y Marcos Ana fue una de ellas. El preso político que más años pasó en las cárceles franquistas. Torturado, condenado dos veces a muerte por su militancia en las JSU y más tarde en la clandestinidad del Partido Comunista.
La exposición muestra fotografías, vídeo, acuarelas… de la figura de nuestro poeta. Para su inauguración se realizó además el recital de poesía «Decidme como es un árbol», en referencia al título de su autobiografía que es además un verso de su poema «La vida»
«Decidme como es un árbol,
contadme el canto de un río
cuando se cubre de pájaros,
habladme del mar,
habladme del olor ancho del campo .»
Todos los asistentes a la inauguración pudieron escuchar los maravillosos versos de un poeta que llega directo al corazón, así como el relato de su vida, intensa, dura y llena de esperanza a la vez. Su relato del horror en las cárceles franquistas pero a la vez su fortaleza y la solidaridad que impregnó su vida son un ejemplo para todos aquellos que creemos en la libertad y la justicia social.
En 1962, recién salido de la cárcel Marcos Ana pronuncia estas palabras:
«La recuperación de la memoria histórica, no es para pedir cuentas a nadie por las responsabilidades personales contraídas en el pasado, sino para situar la Historia en su lugar, arrancar del olvido a nuestras víctimas y cancelar de una vez los procesos y condenas incoados por un régimen ilegal, impuesto por las armas, frente a la legalidad republicana. Es decir, que se nos devuelva a los demócratas que luchamos por la libertad, y se haga de manera pública e institucional, el respeto y el reconocimiento que merecemos por nuestra lucha y sacrificio.«