IU exige que el Ayuntamiento rompa con los grupos de poder económicos locales, y entregue la democracia a la ciudadanía.
Intervención sobre la Situación de la ciudad del Portavoz de la Asamblea de IU en el Ayuntamiento, Raúl Salinero.
Señor Alcalde y equipo de Gobierno municipal, como sabemos que gobiernan para una minoría privilegiada y no tienen ningún contacto ni empatía con la situación que vive la mayoría social desde IU se lo vamos a contar. La lacra del paro afecta más de 17.000 burgaleses (de los cuales un tercio no recibe ningún tipo de subsidio). Un empobrecimiento notable de las pensiones desde la ruptura del Pacto de Toledo por el PSOE y las actuales reformas del PP. No existe futuro para Burgos, el paro juvenil supera el 50% se ha convertido en un éxodo masivo de los jovenes y que según el I.N.E en los dos próximos años se marcharán más de 3.000 personas con edades comprendidas comprendidos entre 24 y 35 años. La tasa de pobreza supera el 20% la ciudadanía sufre una cada vez mayor precarización laboral y un descenso notable de los salarios fruto de las últimas reformas laborales y la crisis que el PP en todos los niveles de gobierno se empeña en abordar favoreciendo a esa minoría privilegiada en perjuicio de la mayoría social.
A nivel municipal tenemos una deuda galopante que se verá incrementada por su nefasta distribución de las cuentas públicas y de su política de inversiones, las cuales siempre van en perjuicio de la mayoría social. Su apuesta por una gestión erronea, por ejemplo, de los Consorcios de Villanloquejar o el Consorcio del Ferrocarril son la máxima expresión de una política económica municipal desastrosa, generadora de deuda municipal que pagamos todos los/as burgaleses y por supuesto el fracaso de ambos proyectos para finalmente tener que acudir al rescate con dinero público cuando a la vez se le dice a la gente que no hay dinero para políticas activas de empleo, para dar soluciones al problema de los desahucios, para no cerrar guarderías públicas o sencillamente no cerrar o precarizar y privatizar servicios sociales.
El conflicto del Bulevar ha sido la máxima expresión de todo esto, de gobierno contra la mayoría social, de no querer escucharla, y de cómo llevar los bolsillos de esa minoría privilegiada empobreciendo al resto. El proyecto del Pabellón multiusos es más de lo mismo, sobre lo que les advertimos que se encontrarán con el poder popular en frente.
Burgos es un ejemplo más de ese régimen corrupto que denunciamos. Entidades financieras, constructoras y élites políticas subordinadas conviviendo en un clima de corrupción de la democracia, de lo que los Consorcios y el Nuevo Hospital de Burgos son buenos ejemplos. Entre el PSOE y el PP se cargaron las Cajas de Ahorros poniéndolas al servicio de la especulación para finalmente entregárselas a la banca privada, pero los ciudadanos/as todavía tenemos que pagar los pufos que han hecho con ellas. Caja Burgos es un buen ejemplo.
Ya han dimitido dos Concejales del equipo de Gobierno durante esta legislatura por utilización fraudulenta de fondos públicos y otros tantos concejales populares tienen un calaber en sus armarios. Fraude es la palabra que define este equipo de Gobierno, porque ni gobiernan democráticamente con la ciudadanía, ni la dejan participar en la toma de decisiones ni escuchan sus opiniones, y finalmente porque tienen más conexiones con grupos de poder económicos de la ciudad que con dicha cuidadanía. Fraude, porque eso no es democracia, se llama plutocracia.
Hay que dar un giro de timón. Exigimos como compromiso electoral próximo la apuesta por presupuestos participativos en la ciudad. Permitamos a la ciudadanía que participe y decida sobre su ciudad. Seguramente así se repartirá la inversión, se atenderán las necesidades del conjunto de los barrios, y sabremos qué hacer con el Presupuesto Municipal mucho.
Dispongámonos a tener política económica municipal más allá de traspasar renta pública a minorías privilegiadas, empezando por un plan de empleo para la ciudad que se puede financiar fácilmente si este Ayuntamiento deja de derrochar el dinero para beneficio de unos pocos. Burgos necesita un cambio de modelo de ciudad, y eso pasa fundamentalmente por un cambio en la política económica, que este Ayuntamiento rompa con los grupos de poder económicos locales, y entregue la democracia para su ejercicio soberano a la ciudadanía.
