EL GOBIERNO RECORTA UN 5% EL PRESUPUESTO PARA LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES ENTRE MUJERES Y HOMBRES EN LOS PRESUPUESTOS GENERALES DEL 2016
Las diferencias entre mujeres y hombres se están agravando, mientras que el Gobierno reduce en un 5% el presupuesto para políticas de Igualdad.
En un contexto endémico como el actual, donde no solo, no se avanza decididamente a la consecución de la igualdad real y a la erradicación de este sistema patriarcal, sino que la violencia hacia las mujeres no tiene visos de reducirse y mucho menos de eliminarse, es un insulto que el presupuestos en políticas de igual se mantenga en un 0,01%.
En los Presupuestos para el 2016, se reduce el presupuesto en políticas de igualdad (programa 232B) en un 5% del presupuesto para 2016 y se produce un insuficiente incremento del 6% en prevención integral de violencia de género (programa 232C); en lo que nos parece un claro intento de utilización electoral de la violencia machista, además de ser una cantidad pírrica para erradicar esta lacra.
Recordemos que en junio de este año un informe presentado por el Grupo de Trabajo sobre la cuestión de la discriminación contra la mujer en la legislación y en la práctica del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas criticaba muy duramente la situación de las mujeres en España.
Los recortes se han venido materializando año tras año puesto que en el año 2013, el Gobierno del PP ya recortó el 24% en políticas de Igualdad y, en esta legislatura, desde el año 2011 acumulamos un recorte del 37%; tendencia ya iniciada con el anterior Gobierno.
Además a este recorte hay que sumar el 17% que ha sufrido en esta legislatura el presupuesto reservado a la lucha contra la violencia de género o que el Ministerio del Interior ha congelado el número de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado dedicados en exclusiva a la violencia machista
Esta situación es reflejo de una grave fractura del Estado de Derecho, que aumenta la pervivencia de un problema estructural de nuestra Sociedad de primer orden, como es el sistema patriarcal y machista imperante.
La falta de voluntad política para abordarlo de raíz, es inaceptable; la falta de acción del Gobierno para atajar la violencia machista antes de que ésta germine, la hace cómplice.
La inversión en prevención y en acciones directas que vayan a la raíz y erradiquen las causas de la desigualdad, son inaplazables. Por ello, requerimos del Estado en primer lugar medidas específicas y especiales que proporcionen a la sociedad instrumentos de prevención y protección reales para luchar contra la desigualdad y la violencia sexista.
Para ello es imprescindible presupuestos suficientes, aunque no podemos olvidar que la responsabilidad, para cambiar este mundo que nos sigue oprimiendo a las mujeres, es colectiva, política y social.
La prevención de la desigualdad y la violencia, deben ser la prioridad y la base de cualquier política de género. La lucha contra la igualdad o la violencia no es destinar recursos solo cuando ésta ya se ha producido, hay que actuar para evitarla, a través de un sistema eficaz de medidas preventivas ya que los hechos nos demuestran de la manera más dramática posible que los mecanismos de prevención no funcionan y/o no son suficientes.
Las medidas de protección no solo no se incrementan, sino que se han visto reducidas en un 50%; el tratamiento de la violencia de género por parte de los medios de comunicación y la publicidad sexista, a todos los niveles, sigue campando a sus anchas sin medidas institucionales para atajarlo,…
Se requieren medidas permanentes que evalúen los riesgos en todos los ámbitos: centros de salud, centros educativos, entidades locales, etc…, como primeros referentes para detectar la violencia de género incluyendo la violencia simbólica/micromachismos con campañas de prevención permanentes y sistemáticas
Para IU la igualdad real se construye fundamentalmente a partir de la prevención y la educación. Las políticas y las estrategias que se utilicen para prevenir las agresiones deben partir de una educación afectivo-sexual a todos los niveles que facilite desarrollar una sexualidad basada en el respeto y la igualdad real entre mujeres y hombres, lo cual tiene que tener también su reflejo presupuestario en las partidas de Educación.
Y por supuesto, frente a los recortes en presupuestos y políticas públicas que se vienen dando, deben reforzarse los recursos económicos y humanos destinados al desarrollo de políticas de igualdad activas, integrales y participativas
La lucha por la igualdad y contra la violencia a las mujeres, es la lucha contra el sistema patriarcal, y mientras esto no se asuma, la violencia sexista y machista seguirá siendo una característica inseparable de nuestra Sociedad.
¡TRANSFORMEMOS LOS PRESUPUESTOS, PARA TRANSFORMAR LA SOCIEDAD!