El pasado jueves 31 de diciembre se publicó parte de una nota de prensa centrada en la gestión del concejal Ibáñez como encargado de Hacienda. Las ideas fuerza que se desprende de la misma y como consta en la propia nota es la siguiente.
El Ayuntamiento de Burgos cuenta con unos grandes profesionales en la Sección de Tributos e Inspección, pero por decisión política trabajan en condiciones mínimas: falta de personal suficiente, amortizaciones de las varias plazas en el 2012, reducción del presupuesto recortando cerca de 600.000 euros desde 2011, etc. Un cuerpo reforzado de Tributos e Inspección supondría una recaudación mayor para el Ayuntamiento. Recaudación es legítima al perseguir a los defraudadores y permitiría engrosar las maltrechas arcas municipales e incluso reducir la carga tributaria de los burgaleses.
Durante el gobierno de Ángel Ibáñez la recaudación municipal en materia de tributos ha sido considerablemente inferior a la que podría a ver sido, lo que supone un nuevo “éxito” en su negro expediente como cargo público.
Nos basamos para la redacción de la nota varios en varios expedientes de contratación y parte de un informe interno del Ayuntamiento. Según me indican de la Sección Fiscal de Bienes inmuebles, al día de la fecha nadie les ha comunicado el informe redactado por el Jefe de Sección de Inspección, que si poseemos nosotros, donde figura que existe “bienes inmuebles ocultos y de magnitudes considerables y desconocidos” para proceder a la liquidación del Impuesto sobre Bienes Inmuebles correspondiente, evitando posibles prescripciones.
En ningún momento en la nota enviada se lee ni se ha querido decir que la Sección del Inmueble lleva una gestión nefasta. A la vista de los datos de los últimos Padrones del Impuesto donde se observa la recaudación llevada a cabo.
