¡PELIGRO DE RUINA! LA PLAZA DE TOROS SE VIENE ABAJO
Los técnicos no firman. Se niegan a emitir el certificado de seguridad y denuncian que llevan años advirtiendo de graves problemas en las estructuras, que son un riesgo si se celebra en las condiciones actuales la feria taurina de los Sampedros 2013.
NOTA DEL PORTAVOZ DEL GRUPO MUNICIPAL IU, RAÚL SALINERO.
Es totalmente injustificable que el Partido Popular haga caso omiso a las recomendaciones de los técnicos municipales, a lo que concierne al estado de la Plaza de Toros. No han querido poner solución a las advertencias de las maltrechas condiciones en la que se encuentra un recinto que puede albergar a miles de personas, poniendo en serio peligro a los asistentes, tal y como se denuncia en el informe.
El Concejal Ángel Ibáñez se ha comportado como un autentico temerario y canaña al permitir que los ciudadanos puedan ir a la Plaza de Toros conociendo de primera mano, el pésimo estado en el que se encuentra.
Pedimos al Alcalde Javier Lacalle que destituya a Ibáñez por comprometer la integridad física de los burgaleses.
UN INFORME ALERTA DE QUE LA PLAZA DE TOROS ES UN PELIGRO Y URGE REFORMAS MILLONARIAS
FUENTE: DIARIO DE BURGOS, martes, 15 de enero de 2013
AUTOR: Á.M.
Problema mayúsculo el que plantea un informe técnico sobre el estado de la plaza de toros. Porque que el coso de El Plantío no goza de una férrea salud no constituye secreto alguno, pero el hecho de que el arquitecto técnico que ha firmado los certificados de seguridad de la instalación en 2010, 2011 y 2012 se niegue a firmarlo para la Feria de 2013 sí es una novedad que, además, arraiga en un peritaje realizado hace tres años que ya advirtió que la plaza no aguantaba mucho más.
El informe, fechado a 8 de enero y necesario cada año antes de que miles de personas se citen en un recinto (y no está el horno para bollos con estas cosas), no puede ser más claro ni más contundente. Así, remarca que «se ha ido advirtiendo un constante deterioro del inmueble, al que no se viene dedicando ninguna partida de rehabilitación y conservación», lo que ha propiciado que se acumulen los «procesos de degradación y de los hormigones y las estructuras» hasta el punto de mermar su resistencia. A eso hay que «añadir los deterioros acumulados» en cubiertas, bajantes, barreras, postes de los cables de contrabarrera, escaleras de los tendidos y graderíos «a los que no se destina ninguna obra de mantenimiento».
Por si eso fuera poco, el informe agrega que, «desde el punto de vista de la estricta seguridad», toda la instalación eléctrica del coso «sufre en mayor medida las constantes inundaciones anuales» que padece la plaza por carecer de un sistema de drenado. Ese agua, convertida en hielo por las heladas invernales, es letal para una plaza que va camino de cumplir medio siglo y que apenas ha recibido una mano de pintura en los últimos años.
A tal punto llega el temor del técnico que se niega a «asumir la grave responsabilidad», que sí ha «venido soportando» en los últimos años, «de una nueva certificación de seguridad de un edificio en estado tan precario». Esto es: no firma que allí se pueda celebrar la feria en condiciones de seguridad.
Bajo esos argumentos, señala que «resulta imperativo destinar una partida importante para las obras de arreglo de la seguridad estructural», subrayando que «sin dichas obras «es inviable» garantizar nuevamente la seguridad de la plaza. A tal efecto se remite a las recomendaciones que se han hecho en informes anteriores. ¿Y qué dicen esos informes?
Pues el último conocido, datado en 2010, ya advertía que a medio plazo la plaza no soportaría sin recibir inversiones que se cuantificaron en 4,2 millones de euros. Una fortuna en el contexto actual. Precisamente dicho peritaje sirvió para apuntalar la pretensión de demoler la plaza y levantar el Arena en su lugar, de forma que no se destinara una partida millonaria a arreglar una plaza que seguiría siendo vieja, aunque segura. El informe termina repitiendo que «es incuestionable que deben acometerse de manera urgente» esas obras de consolidación.
IU PIDE RESPONSABILIDADES. A pesar de la contundencia del mismo, el informe ha pasado desapercibido por el Ayuntamiento para todos. O casi todos. El concejal de Izquierda Unida, Raúl Salinero, ha sido el primero en denunciar la «gravedad» de la situación y considera que «no se ha querido poner solución a las advertencias sobre las maltrechas condiciones de la plaza», lo que implica «poner en serio peligro a miles de personas».
Salinero sí considera «comprensible» que se minimizara la inversión si va a ser demolida, pero puesto que no es el caso cree que su supresión es una maniobra «intolerable» que adjudica al titular de Deportes, Ángel Ibáñez, «que se ha comportado de forma auténticamente temeraria al permitir el uso de la plaza y no consignar presupuesto» para acometer las reformas. Feo asunto