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El zorro cuidando el gallinero público.

Fernando Saíz, Coordinador Local de Izquierda Unida Burgos

Fernando Saíz, Coordinador Local de Izquierda Unida Burgos

Después de más de treinta años en la Enseñanza Pública pensaba que lo había visto todo, fundamentalmente en lo referente a los cargos políticos de designación por parte de la Junta en Burgos (incluso uno de los más longevos alardeaba en privado de su antigua militancia durante la Transición en la Falange, como él decía en la «auténtica, en la de Hellín»), pero todos, aunque solo fuera por estética guardaron las formas en actos públicos o no asistiendo o disculpando su presencia por su papel institucional.

Esa línea la ha traspasado el actual Director Provincial de Educación de Burgos y antiguo, y también experimentado concejal del Partido Popular, J. Antonio Antón, quien sin ningún tipo de complejo ni ocultación asistió esta misma semana a la concentración convocada por la enseñanza concertada en contra de la nueva Ley de Educación, la LOMLOE, a la que acusan de poner en peligro algunos de los privilegios que han ido arañando progresivamente (personalmente lo dudo, pero esa es otra película).

Es decir, por primera vez un cargo público importante en la administración educativa se salta a la torera su obligado papel de neutralidad y se decanta evidentemente por uno de los modelos concernidos.

Se podrá argumentar que está en su pleno derecho de manifestarse, pero no deja de ser sorprendente que la persona en la que recae la gestión de los recursos públicos en materia de enseñanza se posicione de esta manera. Por lo que sé en los más de diez años que lleva ejerciendo de profesor en la pública nadie le ha visto jamás participar en reivindicación alguna en esta materia y no será porque desafortunadamente no las ha habido y con mucho motivo (ni actos convocados por la Plataforma por la Educación Pública ni por sindicatos del sector…).

También es cierto que antes de entrar en la docencia pública debió trabajar en la concertada unos cuantos años y sus simpatías y añoranza se concentran en ella (por qué la abandonó, pues).

Pero ante esta realidad, ¿qué podemos esperar de alguien que debe gestionar unos recursos desgraciadamente limitados como son los presupuestos educativos? No olvidemos que los dos modelos son como vasos comunicantes, si decides ampliar los inicialmente subsidiarios y transitorios conciertos es en detrimento de los fondos, ya bastante menguados, destinados a los colegios e institutos públicos y más en un futuro próximo, donde la demanda de plazas escolares, por una cuestión demográfica, se va a ir reduciendo.

Nos tememos que esta presencia desacomplejada en esta concentración sea una muestra más de lo que realmente se esconde detrás: ir desmantelando desde dentro con una mala gestión, con recortes…, servicios públicos esenciales para justificar el apoyo económico a empresas privadas (que es lo que son los colegios concertados) y las externalizaciones de esos servicios.

Desde Izquierda Unida opinamos que ese resbalón público protagonizado por el señor Antón es motivo más que suficiente para que a quien le corresponda se plantee la posibilidad de reemplazarle en su cargo por la pérdida de confianza que el sector educativo público de la provincia de Burgos (profesorado, AMPAS, sindicatos y asociaciones de estudiantes…) lógicamente pueda tener de una persona tan escorada.

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