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El presupuesto del SAMYT perjudica a la ciudadanía

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El 2013 está siendo un año de noticias bastante negativas sobre transporte público. En primer lugar, el proyecto de nueva red, en segundo, los problemas de la flota y ahora los últimos episodios: el informe negativo de los Inspectores de línea y la previsión de incorporar siete vehículos mediante rénting.

El SAMYT está en una situación de crisis muy importante; incluso se podría decir que se encuentra en una situación límite. Todo ello deriva, no de una casualidad, sino de un conjunto de problemas consecuencia de una serie de acciones y omisiones que se han ido produciendo en los últimos años. Era algo que se veía venir. Son unos problemas que estaban larvados y que tenían que estallar en algún momento; y ese momento ha sido este año 2013.

Las últimas noticias han sido el informe de los Inspectores de línea valorando negativamente el proyecto de nueva red de líneas; la valoración negativa del Interventor sobre un informe respecto al renting y la compra de autobuses, y el presupuesto del SAMYT para 2014.

Los seis Inspectores de línea del SAMYT, es decir, todos ellos, han firmado un informe en el que manifiestan su disconformidad con el hecho de que no han podido participar en la elaboración del plano. También valoran negativamente el que no se haya hecho un adecuado diagnóstico sobre qué habría que cambiar en la red.

Los Inspectores advierten que habría problemas de horario de personal si se implantase esta nueva red. Es decir, actualmente hay una reserva de horas que se dedican a cubrir bajas, atender imprevistos y para dar servicio en momentos puntuales como días festivos. De implantarse la nueva red, que centra la oferta entre lunes y viernes en periodo lectivo, se absorberían las horas de reserva y el margen de maniobra se reduciría, hasta tal punto que habría que abonar más horas extraordinarias. Es lo que los Inspectores han denominado “costes ocultos de implantación de la red”.

Una de las cuestiones que advierten los inspectores es que el Concejal, señor Rebollo, les consultó sobre asignación de frecuencias y tiempos de recorrido, pero se les dijo que no podían variar los itinerarios.

 Es la segunda vez que Rebollo trata de imponer algo, primero fue la propia red a toda la ciudad y a la oposición diciendo que el margen de negociación era del 20 por ciento. Tuvo que surgir una respuesta vecinal y de los grupos políticos para que se pudiera llegar a una negociación. Ahora pretende que los técnicos, los Inspectores, que son quienes realmente conocen cómo funcionan las líneas, no puedan variar los recorridos. No se puede tratar de imponer esto a unos profesionales, que tienen experiencia, criterio técnico y una valía suficiente como para que se les tenga en cuenta.

Apoyamos las conclusiones de los Inspectores, que plantean que a la hora de cambiar la red se establezca un cauce de comunicación con los propios Inspectores, con el Jefe de Material, para que aporte información sobre la flota, y con una representación de los conductores. De hecho, otro tema que han valorado los Inspectores es que no se ha considerado dónde se utilizarían los autobuses articulados, que tienen una gran proporción en la flota actual.

Es un informe demoledor y bastante razonable, en el que los inspectores admiten que hay que cambiar la red, pero que hay que hacerlo mejor.

La Gerente del SAMYT ha elaborado un documento comparando el renting con la compra. Se ha pedido presupuesto a dos marcas, MAN y Mercedes-Benz, y se ha hecho una comparación de cuánto costarían con renting y con compra. El problema está en que a la hora de valorar  la compra se ha tenido en cuenta un eventual crédito, es decir, que Ayuntamiento pediría un crédito para adquirirlos y considerando que el interés sería del 7 %, lo cual eleva los costes.

Se ha incluido el mantenimiento como si siguiera como hasta ahora, externalizado. El resultado es que en el caso de MAN el renting sería más barato que la compra, y en el caso de Mercedes-Benz, al revés. Si se elimina el coste del préstamo, resulta mucho más ventajosa la compra. No se han consultado más marcas, cuando el mercado es más amplio y habría sido interesante consultar otros fabricantes.

El informe ya no tiene demasiado valor porque, al fin y al cabo, ya se ha aprobado una partida presupuestaria para el renting y no se ha presupuestado nada para comprar autobuses.

Dentro del presupuesto, se ha incrementado la partida destinada al renting, para hacer frente a la incorporación de los siete nuevos autobuses. No entendemos por qué tienen que ser siete, cuando en su momento se dijo cinco, luego seis… es algo que se tendría que aclarar.

Como ya se ha comentado en otra ocasión, nos oponemos a que se retiren vehículos, salvo que haya criterios técnicos suficientes para ello. Esos siete autobuses no deberían utilizarse para retirar otros, porque haría falta cierto excedente para afrontar la finalización del contrato de renting en 2016.

Se incrementa la partida presupuestaria para mantenimiento, y se menciona expresamente que se eleva en cien mil euros para costear reparaciones que  han quedado pendientes de este ejercicio, en especial, las rampas. Entendemos que si las rampas no funcionan es por una cuestión de deterioro del propio mecanismo, y su reparación debería estar cubierta por el contrato de mantenimiento. No puede considerarse que una rampa se estropea por vandalismo o por accidente de circulación. Si fallan es porque el mantenimiento no ha sido el adecuado. Es abusivo pretender que los conductores dañan una rampa por vandalismo.

Por otro lado, se pronostica que se van a incrementar los ingresos tarifarios entorno a 600.000 euros. Dado que no se incrementan las tarifas, e imaginamos que no aumentarán en 2014 porque se acercan las elecciones y en 2012 ya hubo un fuerte incremento. Por tanto, esta previsión obedece a que se consideran que aumentará el número de viajeros.

Hay que recordar que los inspectores no creen que vayan a aumentar los usuarios por el incremento de oferta de la nueva red. Por otro lado, los datos indican un estancamiento en la demanda en los últimos años, por tanto, no se puede creer que puedan aumentar tanto los ingresos por tarifas. Sería necesario un incremento muy fuerte del número de viajeros para que se puedan cumplir esas previsiones, que muy probablemente no vaya a ocurrir.

En resumen, la situación del SAMYT es muy grave, por desgracia no se aprecia intención en el Equipo de Gobierno de cambiar las cosas, se está gestionando un servicio en precario. No aceptamos que el señor Rebollo dirija el Servicio en contra del criterio de los técnicos. No es la primera vez que ocurre, ya que sucedió lo mismo con los autobuses de Madrid; hubo informes en contra del Jefe de Material y del Interventor, por problemas en la partida presupuestaria. Gestionar de este modo es poco menos que imposible. No hay una salida razonable y se está manteniendo el Servicio en precario hasta que se den las circunstancias para poder privatizarlo.

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