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El olvido está lleno de memoria. Homenaje a Aquilino Gómez luchador antifranquista, compañero!

Ayer murió Aquilino Gómez Fernández. Pone en su esquela: Oficial de la Fuerzas Armadas de la II República Española. Los legítimos. Los que lucharon por el gobierno legal contra el golpe de estado armado ilegal. Los que creyeron que había una salida diferente para España, ese país que explotaba de miseria y hambre. Los que lucharon por la libertad y la justicia social.
Los perdedores.
Perdieron todo: la guerra, su país, su familia, su libertad, su vida. Aquilino pasó doce años en la cárcel. Antes conoció el exilio. Ese fue el destino de los españoles y españolas de aquella época. Se dice tan pronto, doce años, así, como si en un aliento se pasaran, como si fueran fáciles de recuperar. Nadie va a devolverle a Aquilino esos años de privación de la libertad. Una privación, además, simplemente por tener unas ideas y luchar por ellas. Aquilino salió de la cárcel y pasó su vida con la que había sido su madrina en la cárcel, Venancia López Álvarez, Nancy, cuyo padre también fusilado había pasado por aquellas rejas. Sus restos siguen en la fosa de Estepar, junto a muchos otros asesinados que tampoco han tenido su reconocimiento. Nadie podrá devolverle a Nancy la pérdida de su padre. Nancy murió hace dos meses. Ayer Aquilino se fue también. Pero no sus respectivas luchas.
Aunque no le conocí, me siento estrechamente ligada a este hombre. Porque estos luchadores son mis abuelos ideológicos. Porque se jugaron la vida para que la nuestra fuera mejor. Y muchos no pudieron contarlo. Porque este país de mierda les niega un reconocimiento por su lucha y su sacrificio.
Hay que repetirlo una y otra vez, sacar del olvido a nuestras víctimas, sacar de las cunetas a quienes fueron asesinados, devolver la dignidad a sus familias, reconocerles su sacrificio, ilegalizar los juicios franquistas, señalar a los asesinos. Sin un ejercicio de memoria, seguirán muriendo nuestros Aquilinos sin que tengan una reparación, aunque sea meramente simbólica (puesto que no podremos devolverles la libertad o la vida que les quitaron)
Escribo estas líneas con rabia, con tristeza, la de ver como los sucesivos gobiernos de este país no han hecho nada para devolver a todas las víctimas de la guerra y el franquismo la dignidad que quisieron arrebatar a todas esas personas. Una dignidad que en todo caso, siempre conservaron, pues son ellos los dignos, los que lucharon por mí, por ti, por todos.
Recogemos su testigo, lucharemos por lo que ellos nos enseñaron, la libertad y la justicia que no lograron pero germinó en quienes continuamos recordando que la historia verdadera la escribimos nosotros y que el imaginario mitológico que fundó el franquismo, no era salvo eso, pura mitología. Quiero ser la nieta de la lucha por la República, no de los fascistas asesinos. No me resigno a la pérdida de la memoria. Como dice el título de esta entrada, robado a Benedetti, el olvido está lleno de memoria. Siempre me pareció una frase certera por lo terrible.
Por eso, en este día triste de la pérdida de Aquilino, mantenemos intacta su lucha. Y le dedico este pequeño reconocimiento, el que tanta gente en este país se niega a darle.
Que la tierra te sea leve, compañero del alma, compañero.
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